La artrosis en una enfermedad articular crónica vinculada a la rotura del cartílago y puede ocurrir en casi cualquier articulación del cuerpo (principalmente las que soportan peso, como la rodilla y la cadera). Las personas mayores no son las únicas afectadas por la artrosis. Aunque es más habitual en gente mayor, los atletas y las personas jóvenes también son susceptibles de sufrir artrosis.
Podría sufrir molestias articulares, dolor, rigidez o incluso inflamación de la articulación. Los síntomas de artrosis a menudo se desarrollan gradualmente y, aunque no hay cura, hay distintos tratamientos disponibles para aliviar el dolor y restaurar la movilidad.
La artrosis se suele desarrollar lentamente y empeora con el tiempo, provocando síntomas como:
La rigidez normalmente aparece a primera hora de la mañana o tras un largo rato de inactividad, por ejemplo tras viajar en coche.
Podría sentir como si la articulación hiciera ruido o crujiera cuando los huesos se rozan.
La causa exacta se desconoce, pero se cree que hay varias cosas que aumentan los factores de riesgo:
Una carga repetitiva o una lesión puede dañar la articulación y aumentar el riesgo de artrosis en la misma.
Algunas personas nacen con anomalías y desarrollan malformaciones en las articulaciones o cartílagos defectuosos.
Algunas veces, la artrosis es resultado de un daño proveniente de otra enfermedad. Otros factores, como el clima y la dieta, pueden afectar a los síntomas de la artrosis pero no son causa directa de ella.
